Volviendo al año 2020, en marzo teníamos la cuarentena total, seguían después las fases.
El movimiento limitado de personas obligó a algunas instituciones públicas a implementar servicios 'online', atención vía teléfono, etc. A pesar de la pandemia, el país tenía que seguir funcionando, aunque sea bajo improvisaciones.
Ahora, aparentemente estamos en vías de volver a la vida normal pre-covid.
Soy un sabueso que aprendió por las malas, entrenado de esa manera; sinceramente, espero que mi olfato esté fallando, porque visitando algunas dependencias, comienzo a “oler” nuevamente en el ambiente un aroma pre-covid, ese “perfume” de la corruptela, de esa otra endemia que nunca terminó y que parece querer volver a su auge.
Deberíamos ser agradecidos, por poder vivir el presente. En este nuevo capítulo de la historia deberíamos enfocarnos en la gratitud y no nuevamente en la otra “pe$te”.
Por las dudas, ya adelanto, si a algunos servidores les falta moral, a los ciudadanos comunes nos sobra y mucho.
Las plataformas sociales, pueden ser aliadas “para mejor”.
—Andre M. Chang
Nota | El perfume de la corruptela
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